Filmaciones como “Crepúsculo”, “Harry Potter” o la adaptación de “Millenium” al cine han apostado por rostros no muy populares para interpretar los roles protagónicos ya que Hollywood ha descubierto que, en esos casos en los que el libro es la estrella, sale más rentable apostar por rostros desconocidos, porque por lo general un rostro muy popular para una novela con muchos adeptos es más difícil de encajar en la imaginación del lector.
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