El Golfo de México podría estar siendo combatido silenciosamente por seres microscópicos capaces de alimentarse de hidrocarburos. Un estudio descubrió este tipo de bacterias que devoran el petróleo. “Esta investigación muestra además que las poblaciones microbianas psicrófilas, y los otros microorganismos próximos, juegan un rol importante en las consecuencias medioambientales de las manchas de petróleo submarinas en el Golfo de México”, dijo Hazen, ecologísta.
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